Fidjie Story: Otoño Musical

martes, 9 de octubre de 2012

Otoño Musical

Tras un verano de lo más movidito y entrañable, he llegado al mes más musical del año. Mis dos grupos favoritos lanzaron sus respectivos nuevos discos, y ahora me preparo para verlos en unas semanas en concierto. Pero ha habido más, y es que estos meses la música no ha parado de sonar.

Para empezar, lo más genial que me ha pasado este verano ha sido conocer a los chicos de They Took Our Jobs. Estos chicos no son solo la gente más maravillosa con la que me he topado, encima tocan genialosamente y me llenan a tope de energía cada vez que los escucho tocar o estoy con ellos. Sus sesiones de ensayo son inspiración pura, el lugar donde mejor dibujo y más me concentro. El pasado 27 de septiembre fuimos a su concierto en Alcoy, donde estuve botando dos horas seguidas, dándolo todo (tanto, que luego estuve enfermísima 6 días xD, omg!!), al ritmo de sus versiones de RHCP, Muse, Placebo, The Killers y demás. ¡Y me dedicaron Time is Running Out! ¡Cómo lo disfruté! Tengo alma de groupie xDD. ¡¡Espero y deseo que lleguen muy pero que muy lejos!! ¡Que no pare la música!

Por otra parte, Muse y Skunk Anansie han lanzado disco este mes. Les tenía muchas ganas, pero admito que ambos me han decepcionado un poquillo. Por una parte, Skunk Anansie ha sacado Black Traffic, su quinto album original. Sigue en la línea habitual, con canciones brutacas punk, temas divertidos, baladas tristonas y la pieza profunda y despechada. El esquema es el típico, cosa que yo agradezco, pero pocas canciones me han destacado y golpeado el corazón, como sí hizo Wonderlustre, o incluso las tres piezas inéditas de Smashes & Trashes (que eran obras maestras, Tear the place up, Because of you o Squander). La voz de Skin sigue tan maravillosa como de costumbre, pero no se desgarra con la agresividad de sus primeros discos, suena más suave y melodiosa. Tan solo Sad Sad Sad se me metió en la cabeza desde el primer momento, y sigue siendo para mí la mejor canción del álbum, burlona y atrevida. A mi juicio no puede faltar nunca una canción con un potente fondo de cuerda, con letras despechadas. En cada disco han sido, respectivamente, "100 ways to be a good girl", "Brazen", "Tracy's Flaw", "Because of you" y "Talk Too Much". En este es "I hope you get to meet your hero". Maravillosa, pero no llega al nivel de soberbia y despecho que en las anteriores. Se me sale el corazón cuando escucho Talk Too Much, ya ni cuento lo que pasa con Because of you, o todo lo que veo con Tracy's Flaw (mi canción favorita).

Luego tenemos a Muse. De nuevo, las comparaciones son odiosas, y cuando uno mismo tiene el listón tan alto, casi que es peor. The 2nd Law suena más a banda sonora que a disco de rock. Es estupendo el elaborado trabajo que lleva todo el disco, tan enfocado en una misma idea. Aquí sí que noto cómo destaca cada canción, pero de nuevo les ha sido difícil golpearme al corazón. Supremacy es lo más soberbio que he escuchado desde hacía tiempo, noto como me pongo nerviosa con esas partes instrumentales entre guitarra y cuerda. Madness es una mezcla popera de Queen y George Michael, con el toque típico de Bellamy, muy apta para radios, pero no llega al nivel de un Bliss o un Starlight. Mi favorita, la más puntera es Panic Station. Aún siendo extraña, con esas trompetas en el estribillo, se sale la fuerza que tiene el ritmo y la voz. Animals también me parece maravillosa, con ese pianillo y ese bajo que te sumergen, y esa letra destructiva. Por lo general, el disco es muy bueno, pero no es lo que se esperaba. Me he quedado con ganas de un rock más desgarrador. Creo que muchos echamos de menos Origin of Symmetry o Absolution. Habrá que aceptar que aquellos tiempos pasaron. Igualmente, seguro que cuando los escuche en directo fliparé pepinillos.

Y volviendo a la tanda de conciertos, este sábado vi a Lady Gaga en Barcelona. La Madre Monster montó un espectáculo de lo más teatral, haciendo también lo que mejor se le da: baile, surrealismo, erotismo y violencia. Su escenario era un auténtico castillo (¿en serio? ¿has levantado un puñetero castillo? omg!), que se abría como una casa de muñecas. La Gaga apareció montada a caballo (mecánico) seguida de su séquito de bailarines, con un atuendo a lo alienígena, cantando Government Hooker. Se notó cómo al principio del concierto lanzaron toda la artillería, con los trajes más bizarros y alienígenas. Pronto llegó el momento más divertido de la noche, con Born This Way, donde la Gaga salió con una barriga hinchable gigante, pariendo a grito pelao monstruitos con los que luego se unió a bailar xDDD. Sin duda fue lo mejor, tanta risa me entró que se me pasó grabar ese momento. Cada canción tuvo su propia representación, cargada de baile, un traje a medida, attrezo a cual más bizarro (entre la barriga hinchable, el huevo en Bad Romance, las máquinas de picar carne en Poker Face o la casa de Barbie en Fashion of His Love), siempre con un aire de erotismo, y con metralletas por todos lados. Pero lo curioso, y más remarcable a mi juicio, fue que detrás de tanto teatro y un personaje tan elaborado como es Lady Gaga, se veía a una chica dándolo todo por hacer un buen espectáculo, entregada en su papel y en su voz, pero terriblemente humana y cercana. Sería por verla allí en vivo, sudada y despeinada, corriendo de un lado a otro, lejos del hermetismo y la frialdad de los videoclips. El momento en que se sentó al borde del escenario y le cayó una auténtica lluvia de regalos fue memorable, así como sus gritos de ánimo a la gente a que fueran fieles a sí mismos, repitiendo una y otra vez "do you give a fuck!". Por el precio de la entrada y la fama que ha adquirido en estos años, esperaba un espectáculo mucho más surrealista y soberbio, pero se me hizo sencillo y mejorable. Eché mucho de menos efectos especiales, mejores juegos de luces y más pantallas, pues a menudo la Gaga se quedaba pequeña bajo un simple foco blanco en medio de su castillo. Si me pongo a recordar otros conciertos a los que he ido, pienso que podrían haber mejorado mucho en ese aspecto. Ahí estuvo Coldplay con sus 5 pantallas gigantes, su castillo de fuegos artificiales y sus pulseras luminosas, que envolvían de tal manera al público que hasta se te olvidaba mirar a Chris Martin brincar por el megaescenario. O Muse con su base espacial donde todo eran pantallas, y lásers, y plataformas móviles, y su ovni con alien incluido volando por encima del público!! Esas cosas las eché de menos con Lady Gaga. Es obvio que es otro estilo, pero en ese aspecto, esperaba más de ella.

Ahora a esperar a la semana que viene a ver a Muse. Espero que no sacrifiquen muchas canciones de discos antiguos. El tracklist del tour anterior me parecía perfecto (podría quitar las que no fueron singles en The Resistance, pero nada más).

No hay comentarios:

Publicar un comentario